La iluminación es uno de los elementos más importantes en la decoración y funcionalidad de una casa, en muchas ocasiones subestimada. No solo nos permite ver mejor, sino que también influye en el estado de ánimo, la percepción del espacio y el estilo general de cada ambiente.
En este blog te contamos cómo puedes mejorar la iluminación de tu casa de forma estratégica y con estilo.
Tipos de iluminación
Hay tres tipos principales de iluminación que deberías tener en cuenta al diseñar o rediseñar cualquier espacio:
- Iluminación general: Es la luz principal de una habitación. Suele venir de una lámpara de techo o focos empotrados. Su objetivo es ofrecer una visibilidad uniforme.
- Iluminación puntual (focalizada): Se utiliza para actividades específicas como leer, cocinar o trabajar. Por ejemplo, una lámpara de escritorio o luces debajo de los gabinetes de cocina.
- Iluminación ambiental o decorativa: Crea atmósfera y da carácter al espacio. Puede venir de lámparas de pie, tiras LED, apliques o incluso velas.
Ilumina según la función del espacio
Cada habitación requiere un enfoque diferente:
- Sala de estar: Una mezcla de luz general y ambiental funciona bien. Usa lámparas de pie y de mesa para crear zonas acogedoras.
- Cocina: Aquí manda la iluminación funcional. Instala luces debajo de los gabinetes para iluminar encimeras, y combina con luz general potente.
- Dormitorio: Prioriza la luz cálida y suave. Las lámparas de noche con luz regulable ayudan a crear un ambiente relajado.
- Baño: Asegúrate de tener buena iluminación cerca del espejo, idealmente luz blanca neutra para aseo personal.
- Oficina en casa: La luz natural es ideal, pero compleméntala con una lámpara de escritorio con luz blanca fría que estimula la concentración.
La iluminación no es solo una necesidad práctica, sino una herramienta preciosa para transformar tu hogar. Planificarla bien puede hacer que una habitación pequeña parezca más grande, que un ambiente frío se vuelva acogedor o que una zona común cobre vida.
