Las tendencias mueven el mundo de la decoración, y hacen que puedas clasificar casi cualquier hogar que pisas a partir de los elementos que lo componen. Estilos de muebles hay un buen número, tan solo tienes que elegir con el que te sientas más identificado. Puedes decantarte por uno o combinarlos a tu gusto.
En Boronia Home vamos a hacerte una guía rápida para que sepas reconocer cada uno de los estilos y compruebes cuál se adapta mejor a ese espacio tan especial de tu casa.
Toma nota:
El estilo art déco es un estilo que se basa principalmente en los trazos geométricos y en la representación de diseños abstractos. Los materiales principalmente utilizados son las maderas naturales y metales como el acero, hierro, cobre… Este movimiento combina estilos de vanguardia artística más modernos y materiales de lujo como cromados y espejos. Los colores clave son el negro combinado con el oro, el plata o el blanco. Los motivos principales en la decoración son los vegetales como hojas, plumas, pavos reales y panteras.
El estilo clásico absorbe de la corriente barroca, y es que la abundancia de elementos es una de las claves de los interiores clásicos. Para decorar una estancia con un estilo clásico hay que huir del minimalismo. En cuanto a los materiales, el clásico también se parece bastante al estilo barroco. La madera es uno de los elementos protagonistas del estilo.Además, la porcelana es otro material para tener muy en cuenta. La decoración con plantas o detalles florales están igualmente muy bien acertadas en los interiores clásicos.
¿Buscas una decoración clásica y elegante con toques modernos? El estilo colonial es lo que estás buscando para decorar interiores. Para decorar con este estilo tenemos que buscar la naturalidad. Colores como el crema, marrones claros, blancos, grises … son los más utilizados en este estilo. La madera es el material protagonista ya que aporta la calidez que buscamos. Los complementos decorativos también tienen un gran valor ya que ayudan a buscar esta naturalidad de la que estamos hablando: candelabros, alfombras, paneles, textiles cálidos…
El estilo contemporáneo es elegante y busca espacios amplios, de aspecto moderno. Para que un espacio se sienta contemporáneo la idea es hacer una mezcla ecléctica, pero manteniendo una paleta de colores uniforme. Las telas naturales como la lana, algodón, lino y cuero son incorporadas en este estilo para darle más calidez a los espacios. Se trata de una fusión de sencillez y vanguardia al mismo tiempo.
El estilo industrial ha llegado para quedarse. Aquello que fue tendencia vuelve con más fuerza para reinventarse y adaptarse a los diseños de interior más exclusivos. El estilo industrial se caracteriza por sus espacios diáfanos, donde las divisiones apenas existen y donde la decoración vuelve a lo esencial. Su rasgo más distintivo es la selección de los materiales y la sensación de encontrarnos en un espacio libre y amplío. El resto, está de más.
Podemos decir que este estilo es un llamamiento a los colores, a las formas, a los elementos llamativos… es el estilo opuesto al minimalista. En este estilo nada sobra y todo vale. Se trata de innovar y atreverte a combinar y experimentar su vitalidad, mezclar colores sin orden aparente y utilizar texturas de todo tipo. Colores como el rosa chicle, azul cielo, verde manzana y rojo son los que representan este estilo. Combinados en paredes y textiles y con todo tipo de materiales, podríamos decir que se trata de una explosión de color. Los objetos decorativos se basan en diseños poco funcionales e imitaciones de objetos. La tendencia del estilo kitsch no es elegante, pero recae en lo moderno y lo vanguardista.
El estilo nórdico se caracteriza por una decoración simple, muebles sencillos y con materiales cálidos que aporten calidez a la estancia. Últimamente este tipo de decoración está cada vez más presente ya que se trata de un estilo muy acogedor y sencillo, pero a la vez con mucho carácter, propio de los países del norte de Europa. Muy importante en este estilo es multiplicar la claridad a toda costa. El color por excelencia es el blanco, aunque con él también conviven los colores neutros o de tonos claros como beige, grises, cremas… La decoración nórdica destaca por la utilización de materiales naturales como la lana, el algodón, el ratán, o la madera. La madera, material esencial, está muy presente no sólo en suelos o paredes sino en muebles y objetos decorativos. Los espacios destacan por una gran limpieza visual y por una clara tendencia minimalista.
Miles de países han influenciado en la cultura asiática mediante muebles y detalles occidentales. El exotismo de estos ambientes orientales, unidos a la paz que ofrecen son dos de las claves de este auge en los hogares occidentales. Una de las claves de esa paz que como digo trasmiten los interiores de estilo oriental es la del uso de tonos neutros para crear los ambientes. Blancos, beiges o marrones claros son los encargados de crear la base principal de color de este estilo. Sobre éstos se dan pinceladas de negro o de otros colores vivos como el rojo o el naranja. Los materiales propios del estilo oriental por supuesto están muy arraigados en la cultural oriental. Hablamos del uso del bambú, la piedra, la madera de cedro, entre otros. Como ocurre con el Yin y el Yang, el equilibrio y los elementos que se complementan son fundamentales en la cultura oriental, por ello debemos buscar siempre en la decoración elementos que se contrarresten, como veíamos con los contrastes de materiales o de colores, con el blanco y el negro siendo los verdaderos protagonistas.
Si tenemos que resumir el estilo provenzal en cuatro palabras diríamos que es luminoso, rústico, romántico y vintage. Si hay algo que caracteriza este estilo es la luminosidad de sus decoraciones. El mobiliario principal son los muebles de madera junto con los de hierro forjado, habitualmente con un acabado desgastado o envejecido. Una decoración de estilo Provenzal sin sus detalles antiguos es impensable. El gris y el verde, ambos en las tonalidades más pálidas, son dos de los colores típicos de este estilo. Además, la decoración florar resulta muy característica en este estilo. La Provenza sin las flores no sería la misma.
Shabby chic significa desgastado y sofisticado, de ahí que las piezas clásicas con evidentes marcas del paso del tiempo sean un icono de este estilo. Y es que, si bien el estilo shabby chic nace en la época de las grandes casas de campo británicas, esta tendencia apuesta por darle a las piezas de decoración clásicas o antiguas un look más sofisticado. Pero no todo son piezas clásicas, sino que uno de los atractivos de este estilo es la mezcla con muebles actuales, creando decoraciones personales y con mucho encanto. En cuanto a los materiales, la madera y el hierro forjado son los característicos de este estilo. El blanco es el color estrella, pero los colores pastel no pueden faltar tampoco en este estilo decorativo.
El estilo vintage recurre al estilo antiguo de décadas pasadas. La base de estos espacios deben ser colores claros, siendo el blanco el ideal. La delicadeza la introduciremos en los muebles y accesorios, en los que nos decantaremos por tonalidades pastel.
La clave es mezclar elementos de décadas pasadas, introducir incluso algunos elementos contemporáneos, pero nunca abusar de ellos
